Dios hará justicia a los que claman a Él

Lucas 18, 1-8

EVANGELIO EN NUESTRA COYUNTURA

Nepotismo indignante

Los hijos, la esposa, el hermano, el pariente…gozan de las mieles del poder, mientras el pueblo sufre las consecuencias de su corrupción, he ahí lo indignante. “Nepotismo” es el favoritismo hacia familiares o amigos para otorgarles cargos, ascensos u otros beneficios laborales, en lugar de basarse en el mérito y la capacidad. Eso que nos hunde como país es lo que debe parar y cambiar urgentemente, una deuda que humilla nuestro sentido común y que debe saldarse.

La  esperanza en tiempos de incertidumbre y temor

Ya experimentamos los costos de la inflación, la recesión y el desempleo que sumados dan lugar a lo que ahora llaman “estanflación”; situación que inevitablemente genera pesimismo y desesperanza. Es cuando debemos levantar las manos hacia Dios para llenarnos de confianza y esperanza. Vayamos y votemos este domingo, convencidos de que juntos haremos posible el anhelado cambio hacia tiempos mejores. Sí hay motivos para confiar y esperar, vivamos y comuniquemos esta esperanza.

Adversarios temporales, aliados permanentes

Es uno de los mensajes que podemos rescatar del último debate presidencial, en el que ambos candidatos comprometieron su apoyo en la Asamblea Legislativa, independientemente de los resultados. Fue un compromiso público por lo que la ciudadanía puede exigir cumplimiento. Abordar los problemas, analizarlos en profundidad, proponer soluciones y construir consensos es el camino que los representantes que hemos elegido deben transitar.

Bonos o empleos

Más allá de la población vulnerable que siempre necesitará el apoyo del Estado, lo que el país necesita es un cambio de mentalidad para pasar del asistencialismo al trabajo responsable. El trabajo dignifica, el asistencialismo crea dependencia, chantajes y más corrupción. Caminemos hacia un país en el que se multipliquen las fuentes de empleo para todos, con base en los méritos propios, la ética y la responsabilidad.