No se puede servir a Dios y al dinero
Lucas 16, 1-13 EVANGELIO EN NUESTRA COYUNTURA Mentiras detrás de los avasallamientos Eso que no están usando me lo puedo quedar yo. Ellos tienen más que yo, por tanto se los puedo quitar. Como somos muchos podemos apropiarnos de los bienes de otros. Mi necesidad justifica quedarme con lo que no es mío.¿Y dónde queda el respeto, la justicia, el esfuerzo y sacrificio de otros, tu dignidad? No codicies los bienes ajenos, no robes, no mates. Nadie puede servir a Dios y al dinero. Seres humanos dignos y sagrados, sin embargo lo olvidamos con frecuencia La maravilla de cada persona es que Dios habita en ella, así lo quiso Él desde el principio. Él planificó que fuéramos imagen y semejanza suya, para que entendiéramos claramente, sin lugar a dudas, que la dignidad de cada persona es sagrada e inviolable; no se puede tocar, maltratar, herir y mucho menos eliminar. ¡Hay de aquel que escandalice a uno de estos pequeños o indefensos! Más le valdría atarse una piedra en el cuello y lanzarse al mar...